viernes, 4 de septiembre de 2009

LAS ELECCIONES SON UNA TÀCTICA BURDA CONTRA LA RESISTENCIA

Oscar Amaya Armijo

Las elecciones no son más que otro cerco mediático contra la resistencia del pueblo hondureño por restablecer el orden constitucional.

Fracasado el cerco mediático anterior, ahora la oligarquía acude al señuelo de las elecciones para atiborrar de propaganda electorera con miras a que la población, en rebeldía, olvide el golpe de Estado.

Es una actitud cínica que subvalora la capacidad de compresión del pueblo hondureño al pensar que, como antaño, caerá en la trampa subliminal, diseñada desde el marketing político de la oligarquía.

Se les olvida que en los últimos treinta años se han operado cambios sustanciales en el pensamiento de los hondureños, y en sus prácticas culturales, producto de la revolución telemática y de las transformaciones acaecidas en los viejos paradigmas educativos.

Es escasa la imaginación de los ideólogos burgueses cuando pretenden convencer a los hondureños con frases como “vamos cheles, vamos a ganar”, cuando se sabe que en estas elecciones no tenemos nada que ganar, pues todo lo perdimos con la asonada del 28 de junio.

Otra frase pueril es aquella que dice “el cambio ya”, como si los hondureños correrán a votar, cuando saben que el Golpe de Estado se genera precisamente por que Manuel Zelaya Rosales operaba cambios, aunque tímidos, en el marco de una oposición ultramontana de los sectores dominantes, caracterizados por su atraso político y cultural.

Son esos mismos sectores, los que ahora proponen unas elecciones en la creencia, torpe y ciega, de que con ellas saldremos de la crisis que ellos mismos provocaron.

Hablan de cambios en su campaña electoral espuria, con una hipocresía rayana en la ofensa, cuando se sabe que le tienen miedo a la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente para que reforme la constitución y habrá las reclusas a la transformación del país.

Así que estas elecciones, desde cualquier ángulo que se analicen, no es más que otra táctica burda de la oligarquía para debilitar la unidad de la resistencia, detener su creciente desarrolló, derrotarla y, luego, legitimar una dictadura que no tiene razón de existir.

Desde esta perspectiva, entonces, habrá que cerrar filas en torno a uno de los objetivos propuestos por la resistencia: no pueden haber elecciones mientras no se restablezca el orden constitucional, roto por un grupúsculo de empresarios extranjeros.

El cardenal del mal

El Cardenal del mal

El Cardenal Rodríguez parece que ha olvidado terriblemente las bellas palabras de Monseñor Romero “una iglesia que se instalará sólo para estar bien, para tener mucho dinero, mucha comodidad, pero que olvidará el reclamo de las injusticias, no sería la verdadera iglesia de nuestro divino redentor”.
Rodríguez quiere verse como un mártir utilizando el nombre de los pobres, para alimentar su vanidad, su ego; necesita vender su imagen para recoger a cucharadas la poca credibilidad de la que goza.
Donde está la voz del Cardemal, cuando ven al pueblo como un manjar de espaldas para agarrar a garrotazos, cuando no hay medicinas en los hospitales, cuando hay presos inocentes, cuando hay niños que se mueren de hambre, cuando en el Congrezoo aprueban leyes dañinas a medianoche.
Esa voz no esta, se esconde, se resquebraja, se hunde, anda de puntillas, pero nunca sale cuando se necesita ser escuchada.
Ha olvidado conscientemente la justicia y la caridad, en su aspecto social y de fraternidad humana.
Siento vergüenza y un dolor parecido al de una puñalada, cuando escucho hablar y defender lo indefendible de una mentira, como si fuera la más clara verdad.
Ya quisiera el Cardemal a corazón abierto, que el pobre dijera que este Golpe de Estado Institucional es la divina voluntad de Dios. Pero para los que todavía deambulan en las sábanas de la duda sobre si es o no un Golpe de Estado, diremos que; es la toma del poder político de un modo repentino y violento, por parte de un grupo de poder, vulnerando la legitimidad institucional establecida en un Estado, es decir, las normas legales de sucesión en el poder vigentes con anterioridad.
El Cardemal dice con sus hechos, que su única fé es el dinero. Su única voluntad el lujo. Su pan de cada día el ocio. Terrorista de la falacia. Mosca políglota. Orate dizque religioso. Hipócrita de cabo a rabo.
Sueña por las noches que su conciencia lo persigue como si fuera una bella mujer y él sale corriendo gritando asustado, jalándose los cabellos, nervioso y sudoroso.
Ya no se le puede llamar Cardenal a un semihombre, diré semihombre, porque los hombres de verdad son honorables, responsables y respetuosos.
Ha jugado con la inocencia y dignidad de los hondureños como si fuera un juego de muñecas.
Ay le ha de haber dolido más que un uñero, que el Presidente Zelaya, lo haya sacado de la planilla de la Respública, cien mil indios duelen porque duelen, bueno lo rescatable de esto es que hay un paracaidista menos.
Pero queridos lectores no se confíen, estén ojo al cristo e investiguen, haber si no aparece como aseador, perdon como Asesor en la Alcaldía de San Pedro Sula.
El Cardemal se ha fumado el puro de la indiferencia con las encíclicas papales, las cuales ha de conocer de norte a sur, de oeste a este, pero como la memoria a veces es traicionera, es necesario recordárselo.
Papa León XIII da a conocer su encíclica Rerum Novarum “Nadie tiene derecho a lo superfluo, mientras exista alguien que carezca de lo estrictamente necesario”.
Papa Pío XI con la Quadraguesimo Anno, en la que sostiene “que no abra restauración social, sino la precede una genuina y verdadera transformación moral”.
Papa Juan XXIII con la Populorum Pregressio, en la que propone profundos conceptos del capital, propiedad, trabajo, pero resaltando la necesidad de desarrollo integral de todos los hombres.
Hoy podría estirar esta noche, hasta dejarla como un niño desnutrido, de esos que encontramos a toneladas en nuestras Honduras, pero considero que para mantener las buenas costumbres del sueño, es necesario dejar de escribir sobre este animal cardenalicio.

Naín Serrano.
Olanchito, Yoro.
16 agosto de 2009
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Del Servcio Militar obligatorio por Nain Serrano

Del Servicio Militar Obligatorio y Otros Cuentos

Sin duda alguna, unos de los más alegres con esta nueva disposición, que se nos quiere imponer, son los directivos del Marathon, por el repentino y desbordante crecimiento de su afición.
Ya me imagino a Yankel Rosenthal y Arturo Bendaña, frotándose las manos con una sonrisa de oreja a oreja.
Otros que no caben ni en el ojo de una aguja de la alegría, son los generales, porque estrenarán lacayos.
Tampoco podemos olvidarnos de los tiernamente perversos empresarios, porque ya no tendrán que pagar seguridad privada, ahora con esta crisis económica, dicen que ni para comprar chicles les ajusta.
También tenemos a aquellos padres, que tiemblan como gelatinas de pensar que sus hijos, estarán encerrados en batallones, en servicio de unos pocos y en detrimentos de muchos con la genial excusa de servir a la patria.
Pienso que, desde el momento en que es obligatorio, deja de ser un servicio a la patria. Sería como retroceder dos décadas.
Con este Congrezoo Vacacional que tenemos todo es posible, primero hacen luego piensan, bueno yo creo que ni siquiera piensan.
¿Qué sucederá con aquel joven que tan solo le faltan 6 meses para graduarse en la universidad y lo apresan?
No necesitamos soldados en cantidades industriales. De antemano ya se sabe a servicio de quien están. El ejército solo es bueno para dar Golpes de Estado y reprimir el pueblo. También para chuparse el presupuesto nacional, mismo que bien podría ser utilizado para invertir en educación, en salud y construir obras de infraestructura vial, para mejorar la calidad de vida de los hondureños y atraer la inversión extranjera, para generar más y mejores empleos.
Es necesario tomar el ejemplo de Costa Rica. Honduras por pasado y por presente es un pueblo pacifico.
No se es buen hondureño por ingresar a las Fuerzas Armadas, sino siendo responsable, respetuoso de las leyes y siendo productivo.
Los jóvenes contribuimos al país siendo productivos, siendo mejores ciudadanos y estudiando para recibir preparados el futuro, y de esta manera ayudar a las empresas donde laboramos con nuestros conocimientos.
Honduras no necesita soldados, necesita personas que pongan el interés común del país como principio fundamental.
¿Para qué armas? sin pan sin luces sin educación.

Naín Serrano.
21-8-09